Emiliano Zapata
Emiliano Zapata
Fue un héroe para el México de principios del siglo XX, un referente revolucionario. Sus aportes ideológicos sirvieron a su país y al resto de América Latina. Cansado de ver como los ricos se apoderaban de todo pisando las cabezas de los más desamparados, tuvo como objetivo un cambio, una reforma, para ello hacía falta una Revolución.
Emiliano Zapata llegó a este mundo un 8 de agosto de 1879 (aunque no es un dato preciso) en el pueblo de Anenecuilco, Distrito de Morelos. Descendiente de una familia de campesinos humildes, con muchos hermanos y pocos recursos. Pequeños ganaderos y dueños de una poca abundante parcela de tierra.
A los 16 años pierde a su madre y once meses después tuvo que soportar la muerte de su padre, quedando a cargo de su pequeña hacienda. Con muy poca posibilidad de formarse académicamente ya que solo llegó hacer la primaria. Zapata nació en plena dictadura de Porfirio Díaz, quien asumió el poder en 1876, la política de Díaz era muy desigual para la población sobre todo en el tema de las tierras. Esta dictadura se denominó “El Porfiriato” (1876-1911) ya que sus leyes estaban creadas para proteger a los ricos terratenientes y sus empresas o compañías, en su mayoría norteamericanas, que se hicieron a costa de las tierras de los pobres campesinos, obligados a retirarse a lugares pocos fértiles para trabajar la tierra.
Esta manera de gobernar solo provocaba la miseria a toda la población rural, y aunque se extendía al resto del país, tenía mayor auge en Morelos, donde los grandes propietarios extendían sus plantaciones de caña de azúcar a costa de los indígenas y los campesinos pobres. Ya en 1909, la creación de una nueva ley para las tierras amenazaba con empeorar la situación. Por ese motivo se organizó en septiembre de ese año, una reunión clandestina con cuatrocientos habitantes aproximadamente de Anenecuilco, para decidir qué hacer ante este problema. Se decidió renovar el concejo municipal, y se eligió como presidente del nuevo concejo a Emiliano Zapata. A partir de ese momento comenzó su lucha legal para recuperar tierras.
En 1911 llega a la presidencia Madero, quien bajo la Revolución Maderista derroca a Porfirio un año antes, Zapata se une a éste bajo el lema “Tierra y libertad”. Recluta a los peones, indígenas y demás pobladores y forma un ejército. Con el tiempo Zapata ve como traidor a Madero, por no respetar los ideales revolucionarios y por no aplicar la reforma agraria que necesitaba el proletariado campesino objetivo principal de la Revolución. De ese modo él mismo impulsó una reforma llamada Plan Ayala (devolver a los pobres campesinos las tierras usurpadas por los ricos hacendados y la expropiación de los bienes de los terratenientes y los enemigos de la revolución). El mandato de Madero llega a su fin en 1913 por un golpe de estado de Victoriano Huerta. El gobernador de Coahuila, Carranza no acepta el gobierno de Huerta y lanza otra revolución llamada Revolución constitucionalista. Quien forma un ejército con la ayuda de Pancho Villa en el norte, Zapata en el este y sur del país entre otros. Hubo una fuerte oposición para derrocar a Huerta en muchos puntos importantes del país, pero quizá una de las más relevantes provino de La casa del Obrero mundial (una organización sindicalista con ideales anarquistas y más cercanos a las ideologías agrarias en beneficio del pueblo como las de Zapata). Los pobladores y campesinos formaron un Ejército constitucionalista que venció al Ejército Federal de Huerta. Éste no tuvo alternativa más que presentar su renuncia. Zapata en el sur entregaba tierras, decretaba leyes para los campesinos, pero su ejército era perseguido y derrotado, obligando a retirarse a las montañas.
Zapata comenzó a enemistarse con todos los que él consideraba compañeros de lucha, y al mismo tiempo se ganaba nuevos enemigos. Carranza fue elegido presidente en 1917, mientras Emiliano Zapata continuaba con su rebelión en el sur. La acusación de Zapata hacia su ex compañero revolucionario, Carranza, a través de una carta pública en 1919 y dirigida al “Ciudadano Carranza”, en la cual lo acusa de haber aprovechado de la lucha para su propio beneficio y el de sus amigos que lo han ayudado. Y continuó: “Usted no ha pensado jamás que la Revolución pudiese beneficiar al pueblo, a las legiones de oprimidos que usted ha alentado con sus discursos”. Por esta carta Carranza organiza el asesinato de Zapata.
Rebelde
“En nombre de mi Ejército, que reclama un derecho de reivindicación muy justo en la conciencia de todo buen mexicano, o de otra nacionalidad, que ame a su propia Patria y que tienda a salvarla de monstruos perniciosos que explotan de una manera salvaje el sudor de las frentes de sus hijos, vengo a protestar ante el mundo civilizado que ha hecho a su Patria libre e independiente, encaminándola por el sendero del progreso de su riqueza nacional, contra la prensa alarmista y contra todo ataque a mis denodados soldados, que nos llaman bandidos, porque bandido no se puede llamar a aquel que débil e imposibilitado fue despojado de su propiedad por un fuerte y poderoso, y hoy que no puede tolerar más, hace un esfuerzo sobrehumano para hacer volver a su dominio lo que antes les pertenecía. ¡Bandido se llama al despojador, no al despojado!”
En 1919 un agente de Carranza fue enviado para hablar con Zapata, fue una trampa mortal, dispararon a todos los que se encontraban junto a él. Moría un sinónimo de resistencia y rebelión, impulsor de lucha y justicia social, de respeto para y hacia los pueblos indígenas tan maltratados, los campesinos desplazados, los humillados.
Para el pueblo mexicano y latinoamericano fue un icono de Revolución, donde hoy en día se sigue gritando ¡Viva Zapata!.
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Eso es lo que nos falta un lider como Zapata en este tiempo, ya que el actual gobierno federal, estatal y municipal hacen lo quieren con nuetro pais, pisoteando la constitucion o modificandola a su libre antojo y nosotros nadamas mirando y sin protestar, y si lo hacemos nos pasa lo que a los normalistas de ayotzinapan
ResponderEliminarMuy cierto, los lideres como Zapata ya no existen. Hoy en día todos los "lideres" están alineados en una sola senda, que siempre va de la mano con el sistema imperante.
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