Guerra de las Malvinas. La guerra no deseada

La Guerra no deseada

La historia de las Islas Malvinas es mucho mas larga y compleja, no es solo la “Guerra de las Malvinas de 1982”. Las islas ya figuraban en los mapas cartográficos por 1520 , y fueron bautizadas como San Anton por el Rey Carlos I de España. En 1701 franceses balleneros de Saint Malo difundieron las islas y la re bautizaron Malouines (Malvinas) como se las conoce en la actualidad. Las islas permanecieron deshabitadas hasta 1764, pero un año después los ingleses volvieron para establecer una colonia en la isla Trinidad, España protestó ante Francia, ya que consideraba las islas como soberanas a la región, y le salió bien logrando recuperar el puerto Saint Louis que se llamaría Puerto de Nuestra Señora de la Soledad. También logro erradicar a los ingleses en 1774. Para 1820 las islas se declararon argentinas ya que fueron “herencia” de la corona española, tomando posesión de las mismas, llevando gente para trabajar sus tierras, Jorge Pacheco y Luis Vernet tuvieron esa posibilidad. Crearon colonias y una comandancia política y militar. En esa época la depredación de la fauna marina y costera era irracional e indiscriminada. Desde Buenos Aires Rosas cambio la prohibición por impuestos a los barcos, pero sin resultados positivos, los barcos pasaban de largo y depredaban a gusto en los mares argentinos. Harto de la situación Vernet decidió la detención de tres barcos de Estados Unidos, esto generó un conflicto con dicho país ( saqueos y capturas de habitantes por parte de los norteamericanos). A todo esto los ingleses no perdieron oportunidad para volver, alertados por Estados Unidos sobre la des-protección de las islas y su posible intervención, y en 1833 volvieron a plantar bandera Británica en ellas. Rosas intentó cambiar las islas por la cancelación de la deuda contraída por Rivadavia en 1824, la primer deuda externa de Argentina, cosa que no tuvo éxito.

Desde entonces Argentina no dejó de exigir de todas las maneras posibles el reconocimiento de las islas como soberanía nacional, presentando en Gran Bretaña, la ONU, OEA entre otros organismos la devolución de las Islas, presentando datos históricos geográficos y políticos, sin embargo Gran Bretaña se niega a todo.
En el año 1965 se concretó la famosa resolución 2065 de la ONU, donde se reconoce la dispta entre ambos paises por las islas. De esta manera se instó a Gran Bretaña a negociar para descolonizar las islas. Desde esa fecha hasta 1982, el Reino Unido simuló acatar la resolución de la ONU, y jamás escuchó de forma seria, el reclamo argentino.

En 1982 Argentina se encontraba sumergida en una depresión económica, política y social insostenible. El régimen militar estaba llegando a su fin, entonces la soberanía por las Malvinas se volvió un tema importante a tratar. Leopoldo Galtieri, presidente de facto en aquel entonces comenzó una negociación diplomática irreflexible que concluyó en una guerra no deseada.
En Gran Bretaña estaba a cargo la Primer Ministro Margaret Thatcher, (que había asumido su cargo en 1979) esto empeoraba más aún la situación.

En enero de 1982, la Junta militar decidió, retomar las negociaciones diplomáticas y emplear la armada en caso de fracaso de la primera opción. La operación militar a cumplir inicialmente era “pacifica” y consistía en el desembarco, la ocupación y el retiro inmediato de las islas. De este modo, los militares argentinos buscaban evitar una reacción del gobierno inglés y obligarlo a un enfrentamiento armado.
Para marzo, Londres indignado por la usurpación en las islas, considerando que habían izado la bandera argentina, retirado los emblemas ingleses y escuchado disparos de armas, se sintieron “invadidos”. Ambos países comenzaron su movimientos, Argentina mandó embarcaciones para apoyar a los militares que se encontraban allí, y los ingleses una flota militar para desalojar a los invasores que “ habían cometido actos contrarios a la soberanía británica” en la región.

Por parte del gobierno argentino hubo un grave error, creyeron que los EE.UU. eran aliados de nuestro país. Así parecía demostrarlo la lucha conjunta contra el comunismo y el apoyo mutuo en operaciones realizadas en Centroamérica. Por lo tanto, la Junta Militar supuso, que EE.UU cumpliría el rol de árbitro para una solución negociada. Es decir, que no se llegaría a un enfrentamiento. Esto constituyó un enorme error estratégico, ya que los acontecimientos demostraron que la opción de la alianza con Gran Bretaña era mucho más poderosa que con Argentina.
Durante la noche del 1º de abril y la madrugada del 2 las tropas argentinas operaban en las islas.
Esa misma noche se reunía el Consejo de Seguridad de la ONU, a pedido de Gran Bretaña, que denunció "la inminente amenaza de invasión argentina a las islas".

El 2 de abril las Fuerzas Armadas ( ejercito, aviación y marina) ya se encontraban en Malvinas, luego de algunos enfrentamientos leves, terminaron en la renuncia del gobernador ingles. Esto llevó a dar conocimiento público en el país que las Malvinas fueron recuperadas, el gobierno militar comunicó a la población: "la República, por intermedio de las Fuerzas Armadas, mediante la concreción de una excelentísima operación conjunta, ha recuperado las Islas Malvinas, Georgias y las Sándwich del Sur…" La población estaba sorprendida, pero feliz.

Los planes salieron mal, los británicos no se quedarían tan conformes con el resultado, Thatcher, vio , al igual que los militares argentinos, la posibilidad de utilizar la guerra del Atlántico Sur como un medio para conseguir consenso hacia su política interna, como la posibilidad a reelección. Rápidamente los británicos enviaron una gran cantidad de buques de guerra hacia la zona austral, al mismo tiempo que lograban la solidaridad de los miembros de la Comunidad Económica Europea y el apoyo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y también de la OTAN.

Argentina por su parte tuvo un apoyo moral por parte de los países vecinos, por parte de Bolivia los ciudadanos se ofrecían voluntariamente para combatir, y un respaldo de la Unión Soviética, con el solo interés de tener como enemigos al mismo país: “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo”. Se dice que los soviéticos lanzaron un satélite el Kosmos-1365 para posicionarlo en una órbita para favorecer información estratégica a las fuerzas argentinas en el Atlántico Sur. Y gracias a ese satélite, en mayo la victoria estaba casi asegurada.
A comienzos de junio, la infraestructura de combate argentina era considerablemente inferior a la tecnológica bélica de los ingleses y las condiciones alimentarias de los soldados argentinos eran pésimas. Como la poca o escasa experiencia de los soldados con apenas 18 años la mayoría que gracias a un servicio militar obligatorio, fueron llevados a pasar los peores momentos de sus vidas. Pese al heroísmo de los soldados y algunos resultados exitosos de la aviación, el resultado de la guerra iba mostrando la cruda realidad de la derrota argentina.

El 14 de junio de ese mismo año, las fuerzas militares británicas presionaban aun mas al territorio y arrinconaban al ejercito argentino debilitado por hambre y frio. A la tarde, el Estado mayor firmó un alto el fuego.

La guerra había durado 74 días, mas de 700 muertos y 1500 heridos, la mayoría adolescentes entre 18 y 20 años, provistos de armas inútiles, viejas e inservibles; de escasas ropas no apropiadas para temperaturas extremas a 10º bajo cero, mal alimentados por su propio ejercito, su propia gente.
Después de la rendición del ejercito argentino, Galtieri se reunió con la población en la Plaza de Mayo para anunciar el fracaso. La población enfurecida comenzó a cuestionar al mismo que había alentado meses atrás. Se dieron cuenta que solo querían ocultar con una tragedia mayor, las batallas generadas en el país. Y no pensaron jamas las consecuencias.

Se perdió una guerra totalmente desigual en todos los aspectos, Argentina y su ejercito no estaba preparado para sostener una situación bélica con un país tan desarrollado en armamentos militares. Sumado a la mala estrategia del gobierno de turno llevó a un país arrasado por los problemas a un país hundido en la tristeza. Pero eso convirtió los últimos días de la dictadura hacia una vuelta a la democracia.
La guerra que se pudo haber evitado y no fue.

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