Los Hunos y Atila

Los Hunos y Atila

La aparición del pueblo huno es imprecisa, no se conoce con certeza el origen de esta tribu, aunque las mesetas de Asia Central son el punto de inicio más probable. Fue a finales del siglo IV cuando el pueblo huno comenzó su expansión hacia el Oeste, encontrándose de esta forma con el fraccionado Imperio Romano.

El historiador godo Jordanes, describía a los godos como espíritus malignos de los pantanos, lo que nos hace pensar cual era la política de guerra más importante para los Hunos, que era el miedo. Esta política militar de infundir terror en los enemigos, era su mejor arma en la batalla, algo que condicionaba el combate en las filas enemigas. Sus tácticas militares en batalla eran muy flexibles, utilizaban la caballería con arcos, de la que eran expertos tiradores, para asestar y dividir las tropas enemigas. Se decía que los Hunos vivían sobres sus caballos, lo que les convertía en formidables jinetes.

En el año 370 d.c. los Hunos eran una gran orda de tribus, que formaban una coalición vinculada en las batallas. Esto comenzó a cambiar hacia el año 420 d.c., cuando el jefe llamado Octar se propuso la unificación de todas las tribus bajo el mismo estandarte. Rua fue el siguiente hermano en tomar el control, y el que consiguió la cohesión total de los Hunos bajo un objetivo común, Occidente.

Romanos

El Imperio Romano no era el gran gran coloso de tiempos pasados, ahora estaba dividido en dos. El Imperio de Occidente estaba gobernado por el mediocre Honorio, aunque este no era mucho mejor que su hermano y gobernante de Oriente, Arcadio. Las opciones de Roma contra el empuje ya evidente de los Hunos, eran la diplomacia. La forma de contenerlos fue el enviar un rehén de categoría a la corte huna, Aecio era el hijo de un general romano y se convirtió en el primer rehén. Estos años en la corte de los Hunos, fueron determinantes para su futuro militar. Aecio viviría entre los hunos 3 años de su vida, familiarizándose con las costumbres del que en el futuro sería su enemigo.

Una pequeña campaña de los hunos contra el Imperio Romano de Occidente, fue el primer avance de Rua en la confrontación de estas dos naciones. Poco después de esta campaña y preparando la siguiente, Rua muere, dejando al mando a sus dos sobrinos, Bleda y Atila. Los dos sucesores gobernaron conjuntamente, aunque se dividieron los territorios.

Los Hunos seguían siendo ambiciosos con sus dos nuevos regentes, que presionaron al Imperio Romano de Oriente a firmar el Tratado de Margus, por el que conseguían derechos de comercio y un tributo anual. Este tiempo fue aprovechado por los Hunos para asentarse y desarrollar nuevas armas y estrategias, sobretodo en las batallas de asedio, de las que no eran grandes maestros.

El Imperio de Oriente no tarde en negarse a pagar el tributo anual, lo que llevo a los Hunos a una guerra. Los avances Hunos fueron considerables, saqueando varias ciudades del norte del imperio. Después de varias derrotas, los romanos firmaron un pacto de no agresión. La guerra volvió a reanudarse dos años después, pero esta vez los Hunos se acercaron mucho a Constantinopla, lo que alarmo al emperador Teodosio II, que firmo la paz 443 y proporcionó a los Hunos más riquezas que nunca.

En el año 445 murió Bleda, dejando el control del gobierno huno en manos de Atila.

Atila emperador

Ahora Atila era el rey del auto denominado Imperio Huno, y pronto volvió su mirada contra su enemigo eterno. Volvió a llevar sus tropas contra el Imperio de Oriente, Invadiendo los Balcanes y Tracia, había saqueado más de 70 ciudades en su recorrido, llegando incluso hasta las Termopilas. Constantinopla estuvo casi en las manos de Atila, un gran terremoto dañó sus murallas, aunque la rápida reparación consiguió salvar la ciudad. En el año 449 termina esta guerra con la Tercera Paz de Anatolio.

Las relaciones de los Hunos con el Imperio de Occidente no eran tan malas como las que tenía con sus vecinos de Oriente. Esta buena relación era consecuencia de la amistad que los Hunos mantenían con Aerio, que en ese momento era el general romano más importante. Pero todo esto cambio por algo bastante extraño, aunque repetido en la historia de la humanidad. Honoria, hermana del emperador Valentiniano III, envió una carta con un anillo a Atila para que este la liberase de su matrimonio concertado con un senador. Atila se tomó esta invitación como una petición de mano, lo que propicio que pidiera al emperador romano la mano de Honoria y la mitad del imperio como dote de bodas. El emperador romano se negó a las exigencias de Atila, a lo que los Hunos respondieron invadiendo la Galia, ganándose por el camino guerreros de las tribus  francas, godas y burgundias. Una vez en la Galia los Hunos atacaron Metz y continuaron hacia el oeste, pasando tanto Lutecia como Troyes para asediar Orléans. 

El emperador Valentiniano dio la orden a Aerio de rescatar Orléans, preparando un ejercito reforzado por tropas visigodas y francas bajo el mando del rey Teodorico. Los ejércitos se enfrentarían en la batalla de Châlons. Esta fue una victoria relativa para los romanos, Atila se vio obligado a retirarse de la Galia. En la batalla de Châlons, Aecio permitió la retirada táctica de Atila con un ejercito muy mermado. La posibilidad de asediarlo era enorme, pero Aecio prefirió permitir la salida de Atila, ya que los visigodos habían roto su pacto al final de la batalla, dejando un pequeño ejercito romano para contraatacar a los Hunos, algo que dejaría a los visigodos en una posición de fuerza para una posible sublevación.

Atila volvió el año siguiente con una campaña relámpago al corazón de Roma. Atacó la península italica a través de los Alpes, saqueando Aquilea, Vicetia, Verona, Brixia y Milán. Llegó a las puertas de Roma, después de reunirse con el papa León I, se retiro sin Honoria y sin su dote.

Atila preparaba una nueva invasión del Imperio de Oriente en los Carpatos. Contrajo matrimonio con Ildico en el año 453, muriendo en su noche de bodas de una hemorragia nasal.

Atila fue sucedido por su hijo Elac, aunque sus hermanos Dengizich y Ernakh le disputaron el trono. Las tribus que habían sido subyugadas por los Hunos se sublevaron un año después de la muerte de Atila. Ardarico, el rey de los gépidos, fue uno de los hombres más fieles a Atila, pero también lideró esta rebelión contra los Hunos, venciendo en la Batalla de Nedao, que tuvo lugar en en Panonia el 454. Elac murio justo después de la derrota huna.

Dengizich fue el ultimo sucesor de Atila y murió en el año 469, lo que marca el final del Imperio Huno.

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