Revolución de los Claveles en Portugal
Revolución de los Claveles en Portugal
Portugal principios del siglo XX
El siglo XX para Portugal ha sido una época de cambios políticos a la par que muchos de sus vecinos de continente. Las diferencias sociales y económicas entre clases, cada vez eran más marcadas, esta situación se extendía por toda Europa. Las fuerzas de izquierda en todo el continente se fortalecían, alimentándose del descontento de la clase proletaria. Las élites europeas temían una Revolución en todo el continente, y localmente fueron tejiendo sus planes para mantener su status.
Portugal era otro de los países donde las clases más pobres, lo eran cada vez más, donde los ricos controlaban la mayor parte de la riqueza. Fue la Primera República Portuguesa la que pretendía desarrollar la democracia en el país luso. Su historia fue corta, 1910 a 1926, un periodo en el que las expectativas fueron echadas por tierra, donde la corrupción y las guerras internas de esas mismas élites, llevaron al país a la bancarrota.
El 28 de mayo de 1926 un golpe de estado puso fin a la Primera República. Un grupo de militares se puso al cargo del país, dejando la cartera de economía a un proveniente de el ala más a la derecha. António de Oliveria Salazar es nombrado ministro de finanzas de Portugal, cargo que abandona en breve, ya que sus exigencias para permanecer en el cargo sin el máximo control de las cuentas portuguesas, no fueron atendidas. Pero Salazar se hizo un hombre muy famoso dentro de las élites que apoyaban al gobierno, algo que lo situaba prácticamente como salvador de la patria.
La cuentas portuguesas eran cada vez más desfavorables, mientras el gobierno militar se hundía, la oposición democrática lo hacía también, algo que Salazar en su posición de salvador aprovecho muy bien para sus propios intereses. Salazar propuso un gobierno de Unidad Nacional, pero una unidad de partido único.
Salazarismo
En 1932 Salazar es nombrado Primer Ministro de Portugal. En 1933 propone crear una nueva Constitución, que le otorga todos los poderes a su persona, y someterla a plebiscito, se convierte en gobernante autoritario.
En los años de Salazarismo, las libertades personales y los medios de comunicación estaban controlados por el poder del Estado. La policía política portuguesa PIDE controlaba cualquier conato de resistencia, ensalzando el lema de la dictadura; "Deus, Pátria e Família".
El autollamado Estado Nuevo sirvió para sumir a Portugal en una oscuridad social, política y cultural, al igual que a su vecina España con la dictadura de Franco. Esta oscuridad era perfecta para los nuevos aliados de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, los norteamericanos querían cortar el auge del Comunismo en Europa, esto hacía más digeribles estas dictaduras de carácter fascista.
En 1968 Salazar sufre una caída y es relevado de su cargo por Marcelo Caetano. Salazar moriría en 1970 en Lisboa.
Caída del régimen
El gobierno portugués estaba de agonizante en la década de 1960, los gobiernos europeos dejaban de lado al régimen, mientras la descolonización de África había comenzado. Las revueltas en las colonias de Angola y Mozambique se fueron propagando, haciendo inviable mantenerlas.
En 1974 Caetano es obligado por la cúpula militar a destituir al general António de Spínola, ya que su idea por cambiar la política colonial portuguesa se había extendido a otros mandos del ejército. De esta forma nace el Movimento das Forças Armadas (MFA), un grupo de militares que en un comienzo protestaban por sus condiciones laborales, pero que poco a poco se fueron politizando.
La situación en las colonias era imposible de ser sostenida económicamente por el estado, ademas el régimen presentaba gran debilidad interna y externa.
A las 22:55 horas del 24 de abril de 1974, con la muy conocida canción «E depois do Adeus», de Paulo de Carvalho, transmitida por el periodista João Paulo Diniz de la Rádio Emissores Associados de Lisboa comenzaba el levantamiento militar. Este proceso pretendía no derivar en ningún conflicto armado, o en cualquier derramamiento de sangre, algo que se consiguió asombrosamente. Los capitanes de la MFA hicieron por radio un llamamiento a la población para que permaneciera en sus casa, igualmente a la policía para no intervenir en el avance de los militares.
En la madrugada del día 25, las principales guarniciones decidieron sublevarse a favor de los amotinados. Ese fue el final del régimen, que se fue derrumbando en cuestión de horas. El gobierno dio ordenes para la detención de los cabecillas de la sublevación, pero fueron ignoradas. En las siguientes horas gran parte del ejercito de tierra, marina y aviación se unieron al levantamiento. Caetano no tuvo más remedio que rendirse el día 25 de abril ante un oficial de alta graduación. El levantamiento consiguió su objetivo de ser lo más pacifico posible, solamente unos incidentes aislados con los mas leales al régimen y la policía política, fueron las excepciones a un clima de paz.
Claveles
El día 25 de abril, una lisboeta llamada Celeste Caeiro, regresando a casa cargada de flores, fue llamada por un soldado que le pedía un cigarro, al no disponer de el, Celeste le dio una flor que el soldado coloco en su caño. Este fue el principio del mito de los claveles.
Consecuencias
El año siguiente se promovieron las elecciones democráticas con los lideres políticos que habían vuelto del exilio. La caída del régimen también precipito el abandono de las colonias, que fue de lo más desordenado. Se puede decir que Portugal simplemente se retiro de África entregando el poder a las tropas rebeldes de cada territorio, algo que traería consecuencias en el futuro.
La democracia llegó a Portugal alarmando al también deteriorado régimen franquista de España. La integración de Portugal en las relaciones europeas fue inmediata después de las primeras elecciones libres.
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