Akenatón, el primer rey revolucionario de Egipto
AKENATÓN, EL PRIMER REY REVOLUCIONARIO DE EGIPTO
También conocido como Ajenatón, Amenhotep IV o Amenofis IV, fue el décimo Faraón de la dinastía de Egipto que reinó entre los años 1353 a 1338 a.C, en una época de la historia que se denominó como Imperio Nuevo de Egipto. Sucedió a su padre el rey Amenhotep III, al ser único descendiente de éste Rey. Se dice que Amenhoptep IV, ascendió al trono a los 16 años aproximadamente, apenas lo hizo, contrajo matrimonio con una princesa mitanni, llamada Nefertiti, una mujer muy influyente en las decisiones de este Rey.
En aquella época solo se veneraba a un dios por sobre el resto de los dioses, este dios era Amón, un dios que se encontraba en todas las cosas. Para la mitología egipcia era el dios del sol y de la vida, el más relevante de todos.
[caption id="attachment_660" align="alignnone" width="205"] Nefertiti[/caption]
Después de su quinto año de mandato Amenhotep IV comenzó a mostrar sus verdaderas ideologías. Uno de los primeros cambios de los cuales se reveló fue su nombre. Su nombre se le fue otorgado por adoración al dios Amón, que significa “Amón está satisfecho” o “Hágase la voluntad de Amón”. Y como ya tenía el poder de hacerlo, se lo cambió a Akenatón, que significa “Que es grato a Atón”. ¿Por qué?, Porque consideraba que Atón debía ser el dios de todas las cosas y debían solamente venerarlo como único dios por sobre el resto, sería el Dios del Sol. De esta manera, la religión se volvería monoteísta, rompería relaciones con el clero del dios y sus privilegios. También entraría en conflictos con su pueblo, ya que al imponer esta nueva costumbre, él sería adorado también como un dios, un dios intermediario entre la gente y Atón. Eliminaría toda figura humanizada de los dioses que antes se adoraban, como estatuas, relieves, murales, muebles, etc. Y sumaria más enemigos aun al suprimir el culto a Osiris, el pueblo tenía una fuerte creencia con el más allá. Para este Rey, esa cuestión dependía exclusivamente de él.
Esta situación religiosa que tomó gran importancia para Akenatón dejó de lado otros aspectos sociopolíticos en su reinado, Egipto había comenzado a perder fuerza ante el resto del mundo y eso no era nada favorable.
Akenatón se encarga de todo el poder, político y religioso, hace construir nuevos templos a cielo abierto para “recibir los santos rayos del sol” (Atón), y una nueva capital, Aketatón, que significa Horizonte del Atón, planificaba por lo visto una especie de tumba, que él mismo mandó construir a las afueras. Luego abandona Tebas, la capital tradicional de la dinastía, se muda a Aketatón para instalarse con toda una nueva clase gobernante.
En sus casi 18 años como Faraón, la sociedad egipcia sufre cambios muy drásticos por las decisiones revolucionarias de Akenatón sobre todo a nivel religioso, en política y arte estuvo siempre aconsejando su fiel esposa.
Se dice que murió en el año 18 de su reinado y seguramente sepultado e aquella tumba que hizo construir. Se cuenta que pudo haber sido asesinado. Como no tuvo hijos varones lo sucedieron sus yernos Semenkera y Tutankamón, éste último utilizo el nombre de Tutankatón en honor al dios Atón.
Tres años después de ascender al trono tiro abajo todo lo que Akenatón había levantado. Devolvió el culto tradicional al dios Amón y reestableció el poderío a los sacerdotes. La capital volvió a ser Tebas y se sustituyó su nombre a Tutankamón que significa “la viva imagen de Amón”.
Este Rey hereje o revolucionario que se impuso ante las costumbres ortodoxas, para imponer sus propias leyes, fue enterrado con sus tesoros y suficiente alimento para su otra vida.
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